La ya publicada encíclica del papa Francisco, que lleva por nombre Laudato Si (Alabado Seas) este pasado jueves 18 de Junio, ha generado ruido desde muy temprano en algunos sectores. Así como ha sido aceptada por muchos en todo el mundo, por su promulgación al cuido del medio ambiente, como aspecto central y fundamental en la vida humana, ha levantado también ira y desacuerdos, como lo es en este caso, los conservadores en los Estados Unidos.
No es nuevo que se le tilde a Francisco como un papa liberal o como afirman algunos, con inclinaciones comunistas, por dedicarse incansablemente, desde el inicio de su pontificado, a la protección de la vida social del ser humano, al rechazo directo del manejo del capitalismo, recursos y economía en muchos países.
Esto conlleva al desacuerdo de los conservadores en los Estados Unidos, algunos católicos, por el simple motivo que estos no enlazan la vida humana con el medio ambiente. El papa Francisco deja claramente sus fuertes y contundentes palabras a la contaminación y otros procesos que dan como resultado el daño a la tierra, entendiéndolo como único espacio habitable por el ser humano y que el papa Francisco hace la invitación a preservar por medio de esta encíclica.
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A la vez que hay voces disidentes, también hay quienes han aplaudido la Encíclica. Esta nota de Héctor Torres, llegada de Colombia menciona algunas de esas instituciones mundiales:
Bogotá, Jueves 23 de Junio de 2015
Amigas y amigos de las UTOPÍAS DE JESÚS DE NAZARET:
Pienso que es positivo hacer un mini-balance de la recepción inmediata de la encíclica “Laudato si”. El texto ha despertado una gran acogida en instituciones y personas de buena voluntad, creyentes y no creyentes.
Por ejemplo, ONU, GREENPACE, FAO, ONGs…
Entre l@s católic@s progresistas: teólogos, periodistas, sacerdotes, religios@s, laic@s…, de diferentes países de lengua española, ha sido muy bien recibida, inclusive con alegría y júbilo.
Otros sectores católicos, obispos, sacerdotes, laic@s organizad@s, poco se han expresado…
Los sectores de derecha,se han ido lanza en ristre contra Francisco-Papa.
Una voz favorable a la encíclica es la del famoso economista Ramón Tamames, autor de obras como Estructura económica de España (1960), Los monopolios en España (1967), La República. La era de Franco (1973), Diccionario de economía y finanzas (1988) o La Unión Europea y el Euro (1997). Escribe lo siguiente:
UNA SUMMA ECOLÓGICA
Ramón TAMAMES
Y por fin llegó la tan esperada encíclica “Alabado seas”; título que procede de un verso del “Cántico de las Criaturas”, de San Francisco de Asís (1226). Ya sabíamos de este mensaje del Papa, que está causando gran impacto, por unas recientes declaraciones del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban-Ki Moon, en la última reunión de la Academia Pontificia de Ciencias.
La encíclica llega en el mejor momento, fundando su argumentación en las últimas evidencias del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC), y dirigida (mejor que atacando) a las grandes corporaciones del carbono: las del gas, el petróleo, la hulla, etc. A quienes recomienda darse por enterados de que la sociedad humana tiene que frenar el calentamiento global y el cambio climático, para no destruir la creación evolutiva.
La encíclica es, además, un alegato frente a los negacionistas del doble fenómeno del calentamiento global y del cambio climático. Y creo que también es una proclama para influir en los escépticos del TL2: de quienes piensan que ya nada se puede hacer, porque las inercias hacia la catástrofe ya están avanzadas, ya que se ha hecho demasiado poco (too little), y porque se está haciendo ya demasiado tarde (too late).
El texto de la encíclica es de gran riqueza, y muestra de ello es la frase de que “la tierra, nuestra casa, parece transformarse en un inmenso depósito de inmundicias”. En lo cual, el Papa, parece evocar a Ernst Haeckel, el inventor del neologismo “ecología”, que significa, precisamente, el “estudio de la casa”; entendiendo por ésta toda la biosfera, la envoltura de vida de nuestro planeta. Y en lo relativo a las “inmundicias”, en esa palabra resuena la voz de Indira Gandhi que en Estocolmo-72 (la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio ambiente), dijo aquello de que “la miseria es la mayor de todas las contaminaciones del mundo”.
Una vez más, el Papa no ha defraudado. Y ojalá que esté en París, en la inauguración de la COP-21, con la “Summa ecológica” que acaba de proclamar.