Alfredo Infante
Hace poco visité Maracaibo. Hoy he querido sacar a la luz pública mis apuntes. Son apuntes desde el patio de la casa materna, de a pie, una visión desde la cotidianidad. Mi impresión es que esta ciudad naufraga en un mar de desidia e indolencia. Así están las cosas. La electricidad racionada. La basura acumulada y congestionada. El gas por tubería se suspende sin previo aviso. El agua potable llega cada dos días, donde llega. No se puede planificar el mercado y la mayoría de la gente debe comer al día según lo que se consigue en el abasto; que ya no es abasto sino desabasto. Para colmo de males, se está entrando en un momento electoral entre dos opciones poco atractivas para el ciudadano de a pie. La MUD, más bien Un Nuevo Tiempo (UNT), lanza a la Sra Evelin de Rosales respaldada por una gestión ineficiente y con una credibilidad desgastada, casi en terapia intensiva. El oficialismo lanza a un Pérez Pírela, desconocido como vecino e impuesto por el cogollo del partido desde la capital y los medios de comunicación oficiales, un paracaidista, soldado de la cartilla del gobierno nacional. No la tiene fácil el marabino, es decir, “Si no te agarra el chingo, te agarra el sin nariz”.
Calor y color.
Según expertos, en este último trimestre la ciudad llegó a sus máximos histórico de altas temperaturas. El sudor corre por el cuerpo dando la sensación de que estas en una olla de vapor, cociéndote a fuego lento. Se ha hablado de 50 grados centígrados de sensación térmica; sauna natural. En medio de esta situación se mantiene una política de racionamiento de electricidad que busca reducir el consumo energético. Medida loable si se ejecutara con equidad, planificación e información. La falta de información oportuna acerca de la suspensión del servicio impide que las familias tomen las medidas necesarias para prevenir los daños a los aparatos electrodomésticos. En cualquier momento se puede ir la electricidad sin previo aviso. El municipio más golpeado en el estado Zulia por este racionamiento es el municipio Maracaibo, donde el calor tiene otro color político. Se comenta que en el Municipio San Francisco hay más información, planificación y menos apagones. Saque usted la conclusión y tome en cuenta que allí el calor, tiene el mismo color del gobierno nacional. Tácticas del poder.
Secuestro de camiones
La primera semana de octubre hubo colapso en el sistema de recolección de basuras. Durante los días de mi estadía en la tierra del sol, un grupo de trabajadores tenía secuestrado unos camiones del Instituto Municipal de Aseo Urbano (IMAO), acción que hizo colapsar la capacidad del municipio para la limpieza de la ciudad. Al parecer, según denunció la alcaldesa Sra Evelin de Rosales, en el diario La Verdad, el grupo de trabajadores eran aliados al gobierno regional, por lo que se trató de un sabotaje a la gestión municipal, según señaló la fuente. Lo cierto es que se evidencia una descoordinación entre la gobernación y los municipios para el bote de la basura en el relleno sanitario, siendo el municipio Maracaibo el más afectado.
Y el sancocho se quedó a medias.
El sancocho se quedó en el fogón, se fue el gas. Para saborear la comida hubo que aventurarse a salir a la búsqueda de una bombona de gas. Es una odisea. Para hacerte con una bombona necesitas “un buen enchufe” y pagar el doble del costo regulado. Después de este hecho, se sucedieron tres días sin gas. Luego se reseñó en los periódicos regionales que la suspensión del servicio se debió a un sabotaje de la guerrilla a un gasoducto en la guajira colombiana. El gas que se consume en el occidente del país es importado de Colombia. Ante la noticia el humor marabino no se hizo esperar: ¡Qué molleja no y que somos en-do-ge-no! Y más jocosa aún la pregunta doble intencionada de ¿y vos también te quedaste sin gas? Haciendo alusión al venezolanismo singar.
Con un ojo abierto y otro cerrado.
Hay que hacerle cacería al agua. Estar en vela. Toca dormir con un ojo abierto y otro cerrado a la espera del agua. Cada dos días llega sin hora fija en la madrugada. El método, en mi casa materna, es el siguiente: se deja una llavecita abierta y cuando la misma comienza a gotear se enciende un pequeño motor extractor que haga posible que el preciado líquido llene los tanques. Hay que autoabastecerse lo suficiente, si se pierde la oportunidad, la otra es dentro de 48 horas. La familia se organiza de modo que cada dos días alguien hace guardia a la espera del visitante.
Vamos a bachaquear.
Lo más dramático es hacer el mercado. Se come al día, lo que se encuentre. Ya se ha hecho lenguaje común el termino bachaquear. Es una categoría del castellano venezolano nacido en tiempos de revolución. Viene de la observación del bachaco, una especie de hormiga grande que carga trozos de comida, trabajo que este hormigón hace en grupo, de esta manera acumula y se abastece. Un día se presentó mi sobrina y me dijo: “tío necesitamos un apoyo para ir a bachaquear leche”. En este caso no se trataba de bachaquear para acumular y acaparar, sino para tener lo mínimo para la semana. “es que solo venden dos sobres por personas”. Y claro, mi sobrina tiene un hijo de nueve meses, en periodo lactante. Las colas para comprar leche y harina son impresionantes y acompañadas por el catire, como llaman los zulianos al sol, con las pilas puestas. Para evitar que el bachaqueo sea para contrabandear hacia Colombia, se registran las cédulas en un sistema, y se le entrega a cada persona un número que da derecho a comprar tan solo dos papeletas de leche. Lo triste es que la gente sabe que el negocio del contrabando continúa y está en manos de la Guardia Nacional Bolivariana, todos los controles son una cortina de humo. Los grandes camiones siguen pasando a Colombia custodiados por los que cuidan la soberanía.
Polarización en su nuevo empaque.
Los análisis que hace la gente de a pie en torno a la polarización son los siguientes: “Antes cuando Dimartino y Rosales, los marabinos nos beneficiábamos porque había una lucha para ver quien hacía mejor las cosas a favor de la ciudad y de la gente. Por ejemplo, si la alcaldía limpiaba una cañada venía la gobernación y limpiaba cinco, si la alcaldía con la ayuda del gobierno nacional hacia un CDI, venía la gobernación y hacía un hospital, y así… pero ahora, lo que hacen es sabotearse, la gobernación de Arias Cárdenas sabotea a la Alcaldía y la Alcaldía sabotea a la gobernación…<< Qué molleja …y vamos a salir de abajo!>>
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Si esos son los apuntes de un visitante, imagina el texto si escribieran los residentes locales!!. Leía tu artículo y pasaban infinidad de imagenes muy gráficas, y sonoras pues sabes bien el vocabulario del marabino. Tienes razón pues nada se escapa de la política y una cosa lleva a la otra, unos piensan, otros ejecutan y otros padecemos.
La ciudad del Sol amada en los últimos meses ha recibido mucho amor, (calor) fenómeno natural, lo que no es natural es que no podamos apaliar eso con ventilación, un baño o algo fresco porque no haya electricidad o el preciado líquido. Soy conciente de que hay que racionar, aúnque a veces contribuya a malgastar, el problema es que no hay planificación ni información sobre como y cuando del racionamiento.
La luz la suspenden en horas pico, va y viene sin dar tiempo de apagar nada, corriendo el riesgo de que se te dañen las cosas que con esfuerzo obtienes. El suministro de agua desde hace muchos años(antes de la revolución) es precario sobre todo en Maracaibo, ahora aquí en el Mcpio. San Francisco sucede lo mismo 1 día por medio llega y si no tienes una bomba…¡triste!. el gas por tuberia ya casi en ningún lugar llega, así que si visitas cualquier casa al azar encontraras una bombona, que depende del tamaño y la fabrica la encuentras, los diferentes precios son otro cuento.
El aseo, bueno ese servicio escasea en Maracaibo, aqui en San Francisco esta un poco mejor y espero que con los nuevos camiones y contenedores que presento el alcalde, y la colaboración de los ciudadanos que saquen la basura bien dispuesta los días señalados sea mejor totalmente.
Tu último apunte «El bachaqueo» actividad esta que es ya parte de la cotidianidad, pues desde los abastos hasta los comercios y lugares donde se espenden alimentos ves las colas, el tumulto de gente de todas las edades y condiciones, la discusión acalorada, y porque no decir el chiste y el resuelve de quien aprovecha la cola y calor para vender algo. Las cosas se consiguen reguladas o no pero no con la facilidad de antes o la oportunidad de escoger. Que ocurre el problema existe, las medidas que se toman, por la forma y falta de control son peor que el problema, y el ciudadano común contribuye a este caos, los que deberian vigilar y hacer cumplir la ley son quienes ponen el mal ejemplo y los gobernates, políticos y demás enfermos por el poder, en su división y ver la paja en el ojo de quien le adversa no se dan cuenta que de lo que construyeron otros solo van a quedar con las ruinas si continuamos así. Y que ¡Esta molleja se la va a llevar quien la trajo!
Jaqueline, gracias por tus comentarios, muy gráficos y cotidianos. Te invito a que sigas observando y escribiendo. Haciendo tus propios apuntes. SIC Semanal es una plataforma para que nos mantengas al tanto de la situación cotidiana de tu municipio.
Srs de Venezuela en positivo, gracias por rebloguear el artículo, pero por favor no cambien el nombre del autor. El autor no se llama Adolfo, se llama Alfredo. Muchas gracias.